Si tus cuadros de mando siguen teniendo el mismo aspecto que hace dos años, es muy probable que no te estén diciendo lo que necesitas saber.

En una época en la que las expectativas han pasado del “crecer a toda costa” al crecimiento eficiente, la presión sobre la dirección de ingeniería también ha cambiado. El rendimiento sigue siendo importante, pero no sin contexto. La velocidad significa poco sin alineación. Y enviar rápido no sirve de nada si salen por la puerta las cosas equivocadas.

En Distillery, trabajamos estrechamente con equipos de ingeniería que se enfrentan exactamente a este cambio. He aquí cinco métricas de rendimiento que vemos que los equipos más progresistas se replantearán en 2025.

1. Tiempo hasta el valor (TTV)

Probablemente haces un seguimiento del tiempo de entrega. Pero, ¿con qué frecuencia haces un seguimiento del tiempo que tardan los usuarios, o clientes, en experimentar el valor de lo que ha construido tu equipo?

El Tiempo para Obtener Valor no es sólo una métrica de producto. Es una señal de alineación entre ingeniería y negocio. Cuando el TTV es alto, suele indicar fricción: incorporación confusa, datos fragmentados, UX poco clara o tecnología desincronizada con las necesidades del usuario.

Los equipos que miden activamente la TTV suelen ser más rápidos a la hora de reconocer el desvío del alcance, despriorizar el trabajo de bajo impacto y validar su hoja de ruta.


Descubre cómo Distillery ayuda a los equipos tecnológicos a acortar el camino hacia resultados significativos.

2. Adopción > Activación

Las inscripciones y los clics en las funciones pueden quedar bien en un panel de control, pero rara vez son indicadores de un compromiso real. Para los equipos de ingeniería, la señal no es si una función se lanza o se prueba, sino si pasa a formar parte del flujo de trabajo de alguien.

Una activación alta, pero una adopción baja, a menudo indica que el proceso de entrega no está sincronizado con los patrones de uso reales. Esto puede malgastar el ancho de banda, especialmente en las organizaciones en las que la gestión de proyectos y la ingeniería se miden por la entrega y no por el impacto.

Los equipos que lo detectan pronto son los que miran más allá del “momento de lanzamiento” y se centran en un uso constante y retenido.

Amplitude ofrece un desglose preciso de las métricas de vanidad frente a las procesables.

3. Rendimiento – Con mejores preguntas

Probablemente ya haces un seguimiento de las métricas DORA: tiempo de espera, frecuencia de despliegue, tasa de fracaso de los cambios, MTTR. La mayoría de los equipos lo hacen. La diferencia no está en saber de qué hacer un seguimiento, sino en cómo se interpretan esas métricas.

  • ¿Qué significa realmente mejorar el plazo de entrega?
  • Si la frecuencia de despliegue aumenta, pero la tasa de fracaso también, ¿dónde está el verdadero problema: control de calidad, cultura, expectativas?
  • ¿Estamos midiendo la velocidad del equipo o la salud del sistema?

Las organizaciones de ingeniería que obtienen el mayor valor de los DORA no se limitan a informar sobre ellos. Los utilizan para entablar conversaciones estratégicas, sobre todo en torno a la fricción de los procesos, las dependencias y la repetición del trabajo.

La visión general de Atlassian sobre DORA sigue siendo una buena referencia.

4. Coste de retención del cliente (CRC)

Si tu equipo de ingenieros está enviando funciones destinadas a mejorar la retención, esta métrica es más importante de lo que parece.

El CRC capta el coste total de mantener a un cliente comprometido: desarrollo del producto, asistencia, infraestructura técnica y todo lo demás. Cuando el CRC aumenta, puede ser señal de que ingeniería está dedicando demasiado tiempo al trabajo reactivo en lugar de a mejoras estratégicas.

La ingeniería puede, y debe, formar parte de esta conversación. Especialmente en las organizaciones en las que la carga de soporte, las solicitudes de funciones y la estabilidad del producto afectan directamente a la retención.

He aquí cómo está evolucionando el CRC como indicador clave de rendimiento.

5. Salud y productividad del equipo

El agotamiento no siempre es visible. Y las métricas de productividad tradicionales a menudo pasan por alto las causas profundas: cambio de contexto, prioridades imprecisas, mala alineación entre equipos.

Los equipos líderes están empezando a hacer un seguimiento más deliberado de la fricción operativa:

  • ¿Con qué frecuencia se retira a los ingenieros del trabajo del sprint para tareas no planificadas?
  • ¿Qué porcentaje de trabajo está vinculado a objetivos estratégicos frente a la limpieza de atrasos?
  • ¿Los miembros experimentados del equipo actúan como mentores o sólo tapan fugas?

La productividad sigue siendo importante, pero también lo es la sostenibilidad. Y los equipos que no están atentos a los primeros signos de agotamiento suelen descubrirlo demasiado tarde.

Cinco preguntas que vale la pena hacerse

Para poner a prueba tu propia estrategia de métricas, prueba esto en tu próxima sincronización de liderazgo:

  1. ¿Cuáles de nuestras métricas influyen activamente en las decisiones, y cuáles sólo se comunican?
  2. ¿Seguimos más la velocidad que el valor?
  3. ¿Cuál es la señal que hay detrás de los datos que recogemos?
  4. ¿Dónde estamos sobreinstrumentados e infrainformados?
  5. Si una métrica clave desapareciera mañana de nuestros cuadros de mando, ¿cambiaría algo de lo que estamos haciendo?

Reflexión final

Como líderes de ingeniería, la cuestión no es si medimos el rendimiento, sino qué historia nos cuentan nuestras métricas. Y si confiamos en ella.

En Distillery, nos asociamos con equipos de ingeniería y productos para crear plataformas y equipos de alto rendimiento, ayudando a las organizaciones a mejorar la entrega, aumentar la visibilidad de las iniciativas y alinear el trabajo técnico con los objetivos empresariales.

Hablemos de cómo hemos ayudado a los equipos de producto e ingeniería a acortar el TTV, mejorar la adopción y escalar la entrega.