No hay nada más aterrador para un desarrollador que un despliegue de pesadilla: todo parece funcionar bien en las pruebas, pero una vez en producción, sobreviene el caos. Errores inesperados salen de las sombras, los usuarios gritan de frustración y tu aplicación, antes perfecta, parece maldita. ¿Te suena?
La puesta en producción puede ser una experiencia angustiosa, pero no tiene por qué parecer sacada de una película de terror. En este artículo de temática espeluznante, exploraremos las pesadillas habituales del despliegue y, lo que es más importante, cómo evitar estos escalofriantes problemas de producción.
1. El error fantasma: Errores ocultos inquietantes
Uno de los espectros más aterradores que pueden rondar cualquier despliegue es el error fantasma: el que no aparecía por ninguna parte durante las pruebas, pero que de repente aparece en producción, causando estragos en tu aplicación. Estos errores fantasmales suelen surgir de diferencias de entorno, incoherencias de datos o condiciones de carrera difíciles de predecir.
Cómo Desterrar al Fantasma:
Para evitar que los errores fantasma ronden tu producción, considera la posibilidad de utilizar entornos de ensayo que reflejen lo más fielmente posible tu configuración de producción. Asegúrate de que las pruebas automatizadas cubren todos los flujos de usuario críticos y los casos extremos. Añadir indicadores de características también puede permitirte desplegarlas gradualmente, reduciendo el riesgo de una infestación generalizada de errores.
2. Procesos zombis: Las aplicaciones no muertas que no se apagan
Los procesos zombis son esas tareas o servicios persistentes que se niegan a morir aunque creas que se han terminado. Pueden ralentizar tu aplicación, consumir recursos y crear una experiencia lenta para los usuarios, como una horda de muertos vivientes.
Cómo matar al zombi:
Utiliza herramientas de supervisión para vigilar los recursos del servidor e identificar los procesos que no son bienvenidos. Utiliza scripts automatizados de escalado y limpieza para asegurarte de que ningún proceso malintencionado permanezca más tiempo del debido. Además, revisa los procedimientos de apagado de tu aplicación para asegurarte de que los servicios se cierran correctamente cuando ya no se necesitan.
3. El despliegue del hombre lobo: Bien en desarrollo, un monstruo en producción
Las implantaciones de hombre lobo son implantaciones que parecen inofensivas durante el desarrollo, pero que se transforman en un monstruo bajo la luna llena del tráfico de producción. Esto suele ocurrir cuando se pasan por alto las pruebas de carga o las configuraciones difieren drásticamente entre entornos.
Cómo controlar a la Bestia:
Realiza pruebas de rendimiento periódicas para simular el tráfico del mundo real antes de desplegarla en producción. Utiliza herramientas como balanceadores de carga y redes de distribución de contenidos (CDN) para distribuir el tráfico uniformemente y reducir la presión sobre tu aplicación. Comprueba siempre dos veces tus archivos de configuración para asegurarte de que están optimizados para el entorno de producción: no dejes que ajustes diferentes conviertan tu aplicación en una bestia salvaje.
4. La Maldición del Retroceso: Cuando deshacer parece imposible
Imagina desplegar una nueva función y que todo vaya mal de inmediato. Ahora te apresuras a dar marcha atrás, pero tu proceso de despliegue parece maldito: lento, complicado y propenso a errores. En una situación así, cada minuto cuenta, pero la maldición hace que deshacer el error parezca una eternidad.
Cómo romper la maldición:
Implementa un canal de despliegue continuo que incluya mecanismos sencillos de reversión. Los despliegues deben ser automatizados y reversibles, de modo que si algo va mal, puedas volver rápidamente al último estado estable. Utilizar despliegues canarios -en los que las nuevas actualizaciones se lanzan a un pequeño subconjunto de usuarios antes de un despliegue completo- también puede ayudar a minimizar los daños si las cosas van mal.
5. La API Poltergeist: Servicios de terceros fuera de control
Las APIs Poltergeist son esos servicios de terceros que empiezan a comportarse de forma errática, causando estragos en la funcionalidad de tu aplicación. Como están fuera de tu control, el caos que crean puede hacerte sentir impotente, sobre todo si tu aplicación depende de varios servicios externos.
Cómo exorcizar al Poltergeist:
Incorpora siempre resiliencia a tu aplicación cuando trabajes con API de terceros. Implementa disyuntores para evitar que tu aplicación se caiga cuando un servicio externo falle o se comporte de forma impredecible. La degradación gradual -en la que tu aplicación sigue funcionando de forma limitada incluso cuando un servicio no está disponible- también puede mantener contentos a tus usuarios mientras trabajas en una solución.
6. El Apagón: Fracaso total de la producción
Este es el escenario de pesadilla definitivo: un apagón completo en producción en el que nada funciona y tus usuarios se quedan a oscuras. Esto puede deberse a una serie de problemas, desde fallos del servidor a configuraciones no probadas, y puede dejar temblando incluso a los desarrolladores más experimentados.
Cómo restablecer la energía:
Para evitar un apagón total, cuenta siempre con un sólido plan de copias de seguridad y recuperación. Utiliza sistemas redundantes y mecanismos de conmutación por error para asegurarte de que si una parte de tu aplicación se cae, otra pueda tomar el relevo. Pon a prueba regularmente tu plan de recuperación ante desastres para que, cuando se vaya la luz, sepas exactamente cómo volver a encenderla.
No dejes que los despliegues sean una pesadilla
Las implantaciones no tienen por qué ser una experiencia espeluznante si te preparas adecuadamente y aplicas las estrategias correctas. Siguiendo estas buenas prácticas, puedes evitar los problemas espeluznantes que tienden a colarse en los entornos de producción, garantizando lanzamientos fluidos y sin estrés.
En Distillery, nos especializamos en la creación de sitios web y aplicaciones escalables y resistentes que hacen que las pesadillas de despliegue sean cosa del pasado. Tanto si te enfrentas a errores impredecibles, API de terceros complicadas o problemas de rendimiento, nuestro equipo de desarrolladores experimentados puede guiarte en cada paso del proceso. Con experiencia en la creación de soluciones de software personalizadas adaptadas a las necesidades de tu empresa, nos aseguramos de que tus implantaciones sean lo más fluidas posible.
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